Desaparecen los glaciares

Alejandra Guzmán Pulido

Córdoba, Veracruz.- No sólo basta con reforestar el volcán Pico de Orizaba para recuperar su humedad y glaciar, también en la zona baja que llega hasta la costa debe realizarse la siembra de más árboles, considera José Luis Sandoval Morales, comisariado ejidal de El Jacal, la comunidad veracruzana más cercana al volcán, perteneciente al municipio de Calcahualco.

"Hay que reforestar porque no nadamás es allá, yo ya tuve la fortuna de bajar por toda la cuenca, pasando por Atoyac hasta salir en Boca del Río, y se impresiona uno de que no tiene nada que ver con lo de nosotros, porque nosotros lo hemos atacado, lo hemos combatido (la deforestación) y aquí se ve que no les interesa".


Para quien vive a 3 mil 40 metros sobre el nivel del mar ya es normal la escasez de nieve en el volcán, calculando que esto tiene aproximadamente cinco años, "dicen que es por el cambio climático".

Lo que para el citadino es un paisaje desnevado, para el habitante de las faldas del volcán son afectaciones en su medio de subsistencia, "pérdidas totalmente, ahorita mucha gente tenía planeado sembrar (papa) en estos meses para adelantar las cosechas, pero los pronósticos del tiempo están muy mal, nadie se quiere arriesgar a sembrar".

Viven prácticamente en el nacimiento del río Jamapa, pero ya están viviendo la sequía, "y eso que la tenemos bien cerquita", refiere el además integrante de 'Vecinos y Amigos del Ambiente y del Patrimonio Cultural, Travesía del Volcán al Mar por la cuenca del Jamapa', quien reconoce que tanto la Conafor y la Semarnat han destinado recursos para la conservación y restauración de suelos, abarcando entre el 2011 y el 2012 unas 180 hectáreas.

Es decir, se hacen 'tinas ciegas' o zanjas de 2 metros de ancho con cuarenta centímetros de profundidad, para la captación de agua que abastezca los mantos acuíferos en temporada de lluvias. En tanto, los habitantes cuentan con permisos de aprovechamiento, para no incurrir en la tala clandestina de sus árboles.